Un movimiento sindical es aquel que vela por los derechos de las personas trabajadoras a través de negociaciones con las empresas o mediante la exigencia de políticas públicas en materia laboral.
Existen dos perspectivas del trabajo:
La primera, se denomina "trabajo digno", en la cual se exigen salarios robustos, que sin necesidad de pensiones, doten de ingresos para solventar de forma digna la vida adulta y la vejez a través de la autogestión de sus recursos económicos y sin intermediarios.
La segunda, se denomina "vejez digna" que postula que, aún con sueldos promedio, las personas realicen aportaciones a los fondos de ahorros y pensiones con el objetivo de que, a futuro, éstas les doten de bienestar. En dichos fondos, aporta tanto la persona trabajadora como la persona empleadora, y son administrados por empresas públicas o privadas, quienes gestionan los recursos y su destino.